Conocenos/ABOUT US

En #MiFinquitaPR creemos en el poder de nuestras familias y comunidades para contribuir a la alimentación de nuestros hogares. Con herramientas de educación, instrucción, oferta de productos y la integración de la tecnología podemos aumentar la penetración de huertos caseros en el mercado como una de las soluciones a temas de soberanía y seguridad alimentaria.

Nuestra misión es:

  • Impulsar el interés por cosechar utilizando el espacio que se disponga y aplicando métodos de permacultura que protejan recursos como el suelo y agua, el consumo de alimentos más nutritivos y protegiendo el ecosistema de insectos, hongos y organismos que son parte de un ciclo natural de siembra.

 

  • Eliminar barreras y disminuir la curva de aprendizaje con el objetivo de un arranque más productivo que genere entusiasmo porque el proyecto de huerto sea uno a largo plazo.

 

¿Por qué Mi Finquita?

No siempre pensé en sembrar. Cuando me case y me mude a una casa luego de vivir algunos años en un apartamento, esto luego de nacer mi hijo Daniel, comencé mi primera esquinita de tiestos dedicados a hierbas aromáticas para cocinar.  Nunca me paso por la mente hacer más nada y mi conocimiento era comprar una bolsa de tierra y echarles agua a las plantas. Continuo la vida, me divorcie, me mude de regreso a un apartamento y arrastre mis tiestos conmigo.

Como siempre me ha gustado cocinar, aunque no sembraba más nada siempre que viajaba a cualquier sitio visitaba los mercados de vegetales o Farmers Market.  Allí arrastraba a mi hijo a la Boqueria en Barcelona, Grand Central Station en Nueva York, Jean Talon en Montreal, North Union en Cleveland, Strip District en Pittsburg. En todos ellos compraba varios tomates y me los comía como una manzana. Para mí era fascinante los sabores, los colores, la frescura. En esos años mi hermano se mudó a New Orleans y allá me gozaba comprando y cocinando las diferentes cosas que encontraba como higos, fennel fresco, variedad de mushrooms, bok choi, calabacines de todos colores y formas y claro los tomates.  Fast Forward 10 años después y el esposo de una de mis mejores amigas compro semillas de tomates y las sembró en su patio.  Fue uno de esos momentos que casi puedo ver la bombilla encenderse en mi cabeza… como es que nunca se me había ocurrido comenzar a sembrar vegetales, frutas, expandir mi esquinita de hierbas aromáticas, etc.

Como soy nerd por naturaleza si iba a hacerlo tenía que saber todo… comencé a buscar información, leer libros, ver videos de YouTube.  Mientras más pasaban los días más confundida estaba con toda la información que está disponible y con los muchos métodos subjetivos de cómo se siembra. Todo parecía a escalas que no eran compatibles con mis planes. En este periodo me comentan de las clases de Josco Bravo, es una organización enfocada en instruir ¿??si no saben lo que es les invito a que entren al enlace y lean sobre esta organización. Las clases y la experiencia son maravillosas. Busque info y la única opción para mí era en el recinto de Ponce de la UPR, los sábados, ya que el resto de las clases era en la semana y yo trabajo.  Me pidieron que escribiera un ensayo de porque quería tomar las clases… escribir siempre me ayuda a cristalizar las ideas, a validar las razones y a comprometerme a la acción. ¡Bueno casi siempre, esto no ha funcionado para la dieta! 😊

Comenzamos las clases de Josco Bravo en febrero de 2020 y en marzo cierran todo por la Pandemia. Sin embargo, las clases continuaron de forma virtual. Llegamos en la parte práctica a hacer cosas que encontré fascinantes, como hacer una mesa para el semillero, colocar sistema de goteo, hacer bancos de tierra para siembra directa al suelo, cubrir con heno.  Llegué a meter las manos en la tierra más allá de un tiesto y sentí la conexión con la vida que hay allí.

Para mayo de 2022 ya me había inventado un sistema de cajones de tierra para sembrar en mi terraza. Yo solita compré los materiales, cosas como rollo de alambre de ganado, tijeras para cortarlo, rocas volcánicas, tela de jardín, taladro, tubos de PVC, codos, grapadora comercial y me puse a construir donde iba a sembrar. Quería tener más allá de un tiesto porque dentro de mi misión estaban los tomates que no son necesariamente el cultivo más fácil por el cual comenzar.

¿Como surge Mi Finquita? Me pasaba las horas en mi terraza y cuando mis amistades o familiares me llamaban les decía que estaba en mi finquita. Pronto todos estábamos llamando a mi terraza mi finquita y así mismo la llamaba cuando posteaba cosas en Twitter de mis cosechas. Creo que todos podemos tener una finquita sin importar cuan grande o pequeña sea, que todos podemos desarrollar los conocimientos de trabajar la tierra, de conectarnos con ella y de beneficiarnos de sus regalos.  Durante los últimos 5 años he descubierto muchas cosas y en ellas he construido mi filosofía de siembra.

¿Cuál es?

Sembrar para mi tiene muchos significados, pero el central tiene que ver con que todo está conectado.  Por eso la palabra enredadera como parte de nuestro logo.

Al principio el objetivo principal era tener plantas saludables, luego plantas productivas seguido por plantas eficientes que contribuyan al espacio. Observaba y evaluaba desde mi conocimiento y educación de negocios.  No porque fuera a vender nada pero poque mi misión era maximizar lo que podía lograr en mi espacio. Por ejemplo no había ni una sola flor, ahora 30% del jardín son flores porque vamos entendiendo la conexión.

Siembra funcional y Siembra de enredadera

Lo otro que fui internalizando es que sembrar tiene un componente funcional y uno emocional que yo siendo como soy no capte inmediatamente. El funcional si, sentía que validaba en lo que invertía mi tiempo…la incertidumbre sobre el acceso y costo de los alimentos, la seguridad y soberanía alimentaria, la nutrición e impacto de químicos en nuestro sistema, el sabor de lo acabado de cosechar para mí son el motor de iniciar nuestros huertos ya, con premura.  Tal ven en el afán de verlo como algo solo funcional nos inclinamos a soluciones químicas, a corto plazo pensando en el retorno inmediato.

Pero existe otro componente que vas descubriendo mientras siembras que a corto plazo no necesariamente es funcional. Este es un poco más difícil de explicar sobre todo para los que somos personas prácticas y al grano. Créanme que yo siempre me he considerado una de ellas y orgullosa de serlo. Encajo en el perfil perfecto de ser bastante cuadrada, todo tiene su espacio, firme en mis opiniones sin mucho sentimentalismo, directa y en una pequeña contraposición muy liberal en temas de equidad y justicia social.

Sembrar brinda la mayor de las satisfacciones y a su vez frustraciones enormes. Tu huerto ofrece alimentos, pero también alimentos y espacios para insectos y aves, áreas de paz y sosiego. Mi hijo me dice que en el tema de siembra aflora la hippy que vive en mí, porque me siento cómoda hablando de conexiones, sentimientos, relaciones. Como cada parte es una pieza del rompecabezas. Consideremos las partes…

  • El suelo está lleno de vida que no vemos. No es solo una mezcla de substratos pero literalmente respira a través de un microsistema viviente que lo procesa liberando minerales y en la descomposición de esos organismos libera elementos como Nitrógeno, Fosforo, Potasio que es quienes nutren las plantas.
  • El Agua es un recurso que tenemos que proteger. Como aprovechamos el agua de lluvia, la recolectamos. Como utilizamos sistemas de riego eficientes aun en nuestros huertos caseros.
  • Los insectos beneficiosos que polinizan nuestras flores, sirven de barrera a insectos dañinos, y procesan nuestro suelo.
  • En algo que hicimos encuentran refugio aves haciendo sus nidos.

Después de experimentar todo esto, mi filosofía de siembra tiene que velar por proteger estas partes. Es por esta razón que me siento tan inclinada hacia la permacultura. No es que estoy forzando algo donde no cabe, es que es lo más que hace sentido para mí. En mi mente si todo engrana, voy a cumplir mejor con mi objetivo funcional. Para que todo funcione tengo que ser presente en proteger todos nuestros recursos. Ah, y por eso siembro flores ahora para atraer polinizadores e insectos beneficiosos a mi jardín.

Utilizo remedios orgánicos primero, siempre verifico si existe algún impacto aun con productos orgánicos de dañar insectos beneficiosos y tomo las medidas para mitigarlo. Me sigo educando todos los días, hay tantas cosas que podemos aplicar en nuestros espacios pequeños como rotación de cultivos, biofermentos líquidos, composta, abonos verdes. Los invito a que continúen leyendo, escuchando, aprendiendo.

Existe una frase ya super popular en estos círculos que es que “La mejor tierra para sembrar es la que tienes” Estoy 100% de acuerdo. Yo no tengo tierra, la compro, la preparo, la acondiciono y en ella siembro. Me esfuerzo en fortalecer los otros eslabones u hojas de la enredadera para que siga creciendo vigorosa.

Se parte de la enredadera.

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